A la hora de jugar con las combinaciones lo ideal es tomar un color como base: ya sea el rojo, amarillo, verde etc., y a partir de ahí buscar el color complementario. Para ello, puede pedirle ayuda al círculo cromático que fácilmente se encuentra en internet. Elija un tono, busque el color que está al frente y ese será su complemento perfecto.

La cantidad de colores depende de su personalidad pero, como sugerencia, puede mezclar entre tres tonos. Más de eso podría resultar muy llamativo, sin embargo, cuánto es mucho solo lo define el estilo de cada una y qué tan segura se siente a la hora de usar sus accesorios. Por ejemplo, no todas nos sentimos cómodas utilizando sombreros o bufandas.

Un error muy común es escoger elementos de todos los colores y todas las formas. 

Es una combinación posible, aunque a veces nos da miedo mezclar estos dos tonos, hay formas correctas de hacerlo y que luzcan muy bien. El secreto está en escoger uno de los dos tonos como principal y dar acentos con el otro color. O bien, el dorado puede ir en degradado para que no haga demasiado contraste.

También se puede utilizar un tono en cada muñeca, o el reloj de un tono y las pulseras de otro. Ese juego de colores depende de su gusto y de qué tan cómoda se sienta al mezclarlos.

Este tipo de combinaciones va muy bien con prendas negras o blancas, nunca con prendas de colores o mucho estampado, de esta manera se resaltan los accesorios sobre el vestuario.